Reflexiones antes de ir a las urnas
El presente post,
lo hago con la más sincera intención
de apelar a la razón y a la bondad de
quien lo lea.
El próximo domingo, el futuro de toda una generación será marcado por estas
elecciones presidenciales debido a que el próximo gobierno determinará gran
parte del desarrollo político, social y económico de la primera mitad del siglo
XXI de la República Dominicana. De manera que cada voto que se eche en las
urnas pavimentará la vía por el que se conducirán los dominicanos por un largo
tiempo.
El problema sustancial de estas elecciones -al igual que todas las
acontecidas desde 1998 hasta hoy- es la concentración de la oferta electoral en
candidatos pertenecientes a partidos que por tradición han desfalcado la
hacienda pública con todas las artimañas y corruptelas que les caracterizan. Esta polarización distorsiona la percepción de
la realidad y dado a la cantidad de recursos que manejan estos partidos, hacen
pasar por desapercibidos a otros candidatos que tienen mejores propuestas, que
son opciones reales, que hacen una campaña acorde a sus proposiciones e ideales
y que están dispuestos a elevar el debate político en Dominicana.
Sin embargo, a diferencia de elecciones pasadas, gracias al gran avance en
las telecomunicaciones y al fácil acceso que tienen muchos a los medios de
comunicación masiva, especialmente el uso de las redes sociales, un sector
importante de la sociedad hoy día se ha convertido en un ciudadano más activo y
consciente (creo) de la situación política y social de nuestro país. Por lo que
se les hace mucho más difícil a los gobernantes y políticos mantener
anestesiada a la población ante la realidad de los hechos.
Y es por esta vía electrónica y con los siguientes apartados que pretendo
refrescarles un poco la memoria, remenearla si es necesario, abrir los ojos de
quienes se niegan a ver, apelar a su bondad, exhortarles reflexionar y
concienciarles sobre el poder que tienen sus votos para cambiar el futuro
próximo de nuestra amada Quisqueya el domingo 20 de mayo.
El sol levante de Quisqueya,
el Nueva York Chiquito y el símbolo de la unidad nacional.
En ocasiones, al volar en helicóptero sobre el Gran Santo
Domingo, contemplo, desde la altura, la notable transformación que esta ciudad
ha experimentado. Logro observar la amplitud de las avenidas, la circulación
masiva de los vehículos, la construcción de los elevados, los edificios que
lucen como verdaderos rascacielos, y, en fin, todo el espíritu de modernidad
que se vislumbra desde el aire. Al divisar semejante espectáculo, que me
permite comparar a nuestra ciudad Capital con otras importantes ciudades del
mundo, me digo para mis adentros,
caramba, helo ahí, lo hemos logrado: el Nueva York chiquito.”
Leonel
Fernández Reyna
Presidente Constitucional de la República Dominicana
(2004-2012).
Como pueden
apreciar en el video, las palabras esbozadas en la “rendición de cuentas”
muestran el nivel de abstracción en el que vive nuestro primer mandatario. Por
la seriedad con que las pronuncia se muestra lo inflado que tiene el ego, la
arrogancia hecha persona y tal vez lo distante que se encuentra el Presidente
de la realidad de la mayoría de la población. Para mí, esto no es más que otra
ofensa a nuestra inteligencia, otra burla desmedida a la nación.
El sol
levante de Quisqueya, el conceptualizador por excelencia, hace del Gran Santo
Domingo concepto de República Dominicana y lo convierte en el Nueva York
Chiquito. No me es necesario referirme a cuáles imágenes me cruzan por la mente cuando
pienso en la ciudad de Nueva York; pero si tengo que resaltar que el Gran Santo
Domingo o más bien la República Dominicana, se parece en nada a la ciudad más
cosmopolita del mundo y mucho menos es una ciudad comparable con la gran
manzana, es decir, no es siquiera una manzanita.
El Presidente
de la República tergiversa la realidad sin escrúpulos al aseverar que vivimos
en un Nueva York Chiquito cuando todos los días tenemos frente a nosotros las
siguientes imágenes.
¡Sí! Desde el helicóptero también se puede ver esto
En Nueva York Chiquito, muchos tenemos que comprar el agua que tomamos. Otros toman agua de los precarios y tóxicos acueductos y para rematar comúnmente no les llega agua.
Un factor muy
utilizado por la publicidad del gobierno actual, es la estabilidad
económica en que vivimos y que en base a ella estamos en la ruta del progreso.
La prensa escrita y los programas interactivos de la radio y la televisión se
encargan de adormecer a la población haciendo referencias a los logros
económicos que ha hecho el señor presidente en su gestión. Aún más, al mínimo
acontecimiento internacional en el que interviene el excelentísimo se convierte
en una noticia de primera plana, en horas de teorización sobre la importancia
que tiene la República Dominicana en el plano internacional y su incidencia en
la política económica mundial.
La
estabilidad macroeconómica y el progreso en el que estamos montados son los
discursos que hacen del presidente el símbolo de la unidad nacional (Al menos seguro eso piensa). Empero
cuando vamos a los numeritos, tal progreso no existe y la llamada estabilidad
macroeconómica –basada en un endeudamiento constante- no ha brindado las
herramientas para mejorar la competitividad de los sectores productivos.
Así queda
demostrado en los informes
de competitividad de los últimos años donde somos colocados entre los
países menos competitivos y más
corruptos.
Quiero terminar
este apartado, recordándoles que ha sido el gobierno de este hombre ilustrado, de
un educador (fue profesor), de alguien que ama la lectura, de alguien que proclama el progreso, la era de la información, los avances tecnológicos y
el desarrollo de su gente en diversas áreas de estudios, quien descaradamente
se ha impuesto por encima de la ley al incurrir en la flagrante ilegalidad de
no disponer el 4% del PIB para educación y quien ha sido el más pedante por atreverse a
justificar sus acciones aun cuando existe estamos en un Estado de Derecho.
¡Voten,
honorables, voten!
Rompiendo con el bipartidismo.
Como ya mencioné, la oferta electoral de esta campaña está polarizada en dos
candidatos pertenecientes a dos partidos que por tradición hunden más a
Quisqueya. Son tantos años dándoles la oportunidad de hacer las cosas bien y
aun así, se siguen aprovechando de la ignorancia y la pobreza de la mayoría de
la población.
Una razón
inmediata para no votar por ninguno de estos candidatos es por la forma en que
hacen campaña. En República Dominicana o el Nueva York Chiquito hay gente
pobre, muy pobre. Fuera del Gran Santo Domingo hay otro país que no es el que
ve el Presidente y los funcionarios cuando se desplazan en sus grandes yipetas
con flanqueadores. En ese otro país, que está cerca de todos nosotros, no hay
trabajo y no hay con qué comer. Tampoco televisión ni centros de entretenimiento. Sólo vuelva a mirar las imágenes que están
más arriba o mejor vean estos cortos videos para volver a comprobarlo:
Entonces, ¿en
un país donde hay personas que viven con apenas un dólar al día (39.10 pesos al
día de hoy) se debe votar por candidatos que hagan campañas así:
Sí, es una Möet & Chandon. (Algunos 50 dólares la botella)
La fila de yipetas:
El desorden:
¿Tienen los ciudadanos que votar por unos candidatos que basan sus campañas en la compra de votos, en la venta de puestos públicos, en el desorden, en el caravaneo incesante y no en propuestas e ideas de como mejorar la situación de los dominicanos?
O peor, ¿tienen que votar los dominicanos por candidatos que están ligados a ex-funcionarios que no pueden justificar su fortuna o a narcotraficantes extraditados?
El estilo Bautista.-
La Quirino tragedia.-
Indudablemente, la respuesta a las interrogantes anteriores es NO. Estamos a tiempo de cambiar el rumbo de Dominicana. Aun podemos construir una mejor nación, un lugar donde nos podamos sentir seguros y también orgullosos de pertenecer a esta sociedad. Pero para esto, debemos dar el primer paso, el cual consiste en ir a las urnas y votar contra estos partidos que no han hecho más que dañar terriblemente la media isla en que vivimos.
¿Por quién votar? En la actual contienda electoral hay 4 candidatos que merecen ser tomados en cuenta pues tienen perfiles implacables y les rodean personas que sí están comprometidos con la República Dominicana.
A Albert Einstein se le atribuye una frase demasiada cierta: "Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados."
Les animo a empaparse de las propuestas y métodos en que han realizado sus campañas los candidatos Guillermo Moreno, Max Puig, Eduardo Estrella y Julian Serrulle, para que vean la gran diferencia entre sus campañas y las de los candidatos principales.
Yo votaré por un gobierno honesto, por Alianza País y Guillermo Moreno toda vez que creo firmemente en sus propuestas y en que realizarían un gran trabajo por Dominicana. Te exhorto a que leas sus propuestas en este enlace http://alianzapais.com.do/portal/nuestra_propuesta.cfm y en esa misma dirección aprendas cómo Alianza País ha hecho campaña.
Al final, la decisión queda en sus manos y antes de marcar el voto piénsenlo bien ya que el futuro está en sus votos. Por eso, si realmente les importa nuestro país, si verdaderamente quieren construir una mejor República Dominicana, entonces vota diferente, sobre todo porque es un sin sentido elegir un candidato que sabes que te defraudará como tantas veces lo han hecho y para no llorar años después.













me gusta!! jajajja, pero mientras no se rompa con el bipartidismo, hay que aun asi seguir votando...
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